Ayer falleció otro vecino, compañero e incluso amigo, por culpa de esta maldita enfermedad del cáncer. Ya sabéis que estos sucesos nunca ayudan, por el contrario empeoran, cualquier mejor versión que uno mismo pueda tener. La montaña rusa que te baja de golpe, la realidad te acecha, te persigue.

No se como afrontar ya estos golpes, quizás estoy ya muy golpeada y magullada y por muchos de otros  golpes de personas vivas, esto no ayuda a levantarse a nadie.

Se llamaba PACO, sabéis,  me sentía súper culpable cuando el estaba empezando el  tratamiento y yo saliendo de él y fue ahí cuando me entere de que él estaba enfermo. Esa absurda manía de ocultar esta enfermedad.  Le conté todo lo que yo había sentido durante mi tratamiento, operación y todo lo que yo había realizado durante el tratamiento, con la esperanza de que le viniera bien al igual que a mí.  Nunca te desaparecerás del mundo, yo siempre voy a recordarte y mientras alguien te recuerde siempre estaremos vivos.

Pero sabéis que hay una frase que el decía que nunca voy a  olvidar, de antes de tener cáncer ninguno de los dos. De hecho siempre me he acordado de el cuando la he vuelto a escuchar, ¨ En mi vida me he muerto dos veces ¨ y nos reíamos tantísimo. En una salida de fiesta te acuerdas paco? Bajando el puerto de la cadena, quien nos lo diría después. Que bien lo pasamos, pero la vida nos daría varios golpes maestros, de esos que dejan huella,  después de aquel día y a los dos por igual. Tu mirada y la mía lo decían todo en el hospital de día, que tantas horas nos robó y tantas de vida nos dieron a la vez. Ni tu hermana ni la mía podían percibirlo, pero tú y yo estábamos en otra liga que solo el que lo sufre en su piel y cuerpo sabe.

Nadie puede entender como nos sentimos, el miedo que nos abraza constantemente, la incertidumbre diaria.

Ese hilo de esperanza que cuesta tanto encender  y que desaparece de golpe cuando alguien se te va. Todo se te estremece, todo vuelve a doler. El miedo te arrincona y nada ni nadie te hace ver que hay que seguir. 

Encima te llena la culpa porque a ti de momento te ha funcionado y a ellos no. Es entonces cuando aparece la oscuridad, no podéis entenderlo, ni yo misma se como explicarlo. Pero se apodera de ti, te envuelve con sus visillos casi transparentes y cuando quieres darte cuenta ya no puedes moverte, estas paralizado inmovil. 

Te tiene atrapado. No estoy en uno de mis mejores momentos, esta cuarentena covid-19 no ayudado precisamente. Lo he pasado verdaderamente mal, pues mi fisura en el pulmón por la radioterapia me ha tenido extremadamente acojonada, aunque a otros no les importara una mierda, como podría ser mi responsable o mi anterior responsable, estoy cansada de que me afecten las cosas que los demás me hacen o piensen, agotada de darle vueltas y más vueltas a los sucesos de mi vida, porque siempre intento no hacer daño a Nadie y aun así siempre salgo lastimada. 

Y me asfixia, me agota, de verdad que me cuesta mucho mirar hacia delante, me afecta la reacción de los que consideraba amigos, compañeros y considero y creo que me han fallado. Y ni siquiera se han preocupado de responderme a mis mensajes, ahora entiendo a mis hijas cuando me vienen con sus dramas de que las dejan en visto. Quizás eso me hace abrir los ojos, que caiga el tupido velo y vea de una vez. Y ver que hay que vivir cada día, como si fuera el último.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Como en las nubes.

A por la novena.

Llego la cuarta y última quimio de 21 días.